Las distintas enfermedades y el Protomedicato

LAS ENFERMEDADES DE 1810

Caquexia (estado de extrema desnutrición)

Alferecia (enfermedad convulsiva infantil)

"De costado" (tuberculosis)

Coqueluche (tos convulsa)

Enfermedad de los 7 días (tipo de enfermedad transmitida de madre a hijo durante la gestación y se producía una infección que duraba entre 6 y 8 días, con un proceso terrible)

Mal de la baba (enfermedad de la dentición en los bebés)

Marasmo (adelgazamiento exagerado y decaimiento)

Plerecia (epilepsia, parálisis)

Vicio orgánico (dolencia cardiaca)

Enfermedad de los 7 días (tipo de enfermedad transmitida de madre a hijo durante la gestación y se producía una infección que duraba entre 6 y 8 días, con un proceso terrible)

Protomedicato:

Al asumir en 1778 el gobierno del Virreinato del Río de la Plata el virrey Juan José de Vértiz y Salcedo resolvió crear el Protomedicato del Río de la Plata.

El Protomedicato era un cuerpo técnico encargado de vigilar el ejercicio del arte de curar, así como de ejercer una función docente y atender a la formación de profesionales. Desde el siglo XV España contó con instituciones semejantes que, en el siglo XVI, extendió a las colonias creando los protomedicatos de México y del Perú. De este último dependía el del Río de la Plata hasta que el virrey Vértiz creó uno en Buenos Aires debido a las serias deficiencias en los servicios hospitalarios que encontró en su virreinato.

El primer protomédico fue Miguel O'Gorman, de origen irlandés, que había estudiado en París y Reims y revalidado en Madrid, llegando al Río de la Plata en 1776.

Funcionó de manera precaria hasta 1798, año en el cual llegó la autorización Real para el Protomedicato para organizar los estudios médicos, creándose entonces en 1801 la primera escuela de medicina en la Argentina. Esta escuela funcionó en la intersección de las actuales calles Perú y Alsina, en Buenos Aires, utilizando también las aulas del Colegio de los Jesuitas.

El plan de estudios se basaba en el de la Universidad de Edimburgo. Cosme Argerich fue secretario del Protomedicato, al suceder a O'Gorman en 1802.

También contaba con un tribunal especial para castigar las faltas cometidas por los facultativos y perseguir a los curanderos.

Tenía además una función financiera, pues fijaba aranceles para exámenes y visitas de boticas, regulaba multas, administraba y distribuía esos fondos entre sus miembros o los aplicaba a la finalidad que mejor le parecía.